Últimamente, dentro del mundo de las redes sociales y la tecnología, se oye mucho la expresión de «hacer vírico» algo. Yo me he propuesto hacer vírica la música. Y que sea un virus muy contagioso que irremediable y maravillosamente nos posea para siempre.

He empezado con este cartel que va dirigido a los padres y madres del colegio Honesto Batalón, para que me ayuden a hacer crecer la semilla de la música en sus niños.